20081128

...Cuando el mundo aparece como un circulo, sin principio ni fin. Una gran esfera lisa con vastos colores brillantes, encandilantes, tanto que se tornan opacos a la vista, ya cansada, de quien gira con esfuerzo, creyendo llegar a aquel punto que avista en sueños. El cuerpo al servicio del camino, camino que no promete oasis. Sudor, tensión, agobio, y un motor que propulsa las piernas agotadas y aquellas neuronas falseadas, que se niegan a hacer corto circuito y explotar. Motor que vibra y resuena en los ínfimos espacios del día, y grita por la noche, como voz de autoridad, una sola frase: “No te detengas”, y el sentido en aquel sueño, de correr hasta encontrarse, de correr hasta encontrar la puerta hacia la claridad y una mano que nos tienda algún alma que no se haya dejado apagar, que nos haga recordar nuestra mas profunda esencia...